- Esta será la primera ópera escenificada dirigida por Gustavo Dudamel en España. Para este debut, el prestigioso maestro elige el Liceu, tras ofrecer en octubre de esta temporada dos funciones de Il Trovatore en versión concierto.
- Un elenco vocal excepcional encabeza el reparto con Gregory Kunde y Jorge de León en el rol de Otello, Krassimira Stoyanova y Eleonora Buratto como Desdemona y Carlos Álvarez y Zeljko Lucic representando el malvado Jago.
- La Orquesta Sinfónica y el Coro del Gran Teatre del Liceu también se adentran en la obra verdiana, que esta vez contará con la batuta de Dudamel para desgranar una partitura llena de intensidad y emociones.
- Gustavo Dudamel recientemente ha sido galardonado con su tercer Grammy en la 63a entrega de los premios Grammy a la Mejor Interpretación Orquestal al frente de la Filarmónica de Los Ángeles por el álbum Charles Ives: Complete Symphonies.
- La producción de la obra tiene la firma de la Bayerische Staatsoper, con la dirección de escena de Amélie Niermeyer. En este montaje, estrenado en Munich en 2018, se muestra la esencia del texto de Shakespeare y se pone el foco en la figura de Desdemona, subrayando el feminicidio y la misoginia con gafas del realismo moderno.
- A pesar de las dificultades generadas por la pandemia, el Liceu refuerza su compromiso para ofrecer una programación de calidad con todas garantías de seguridad. El Teatre consigue presentar una producción con un equipo artístico único y excepcional en el panorama actual internacional.
- Otello tiene el apoyo de la Fundación Mutua Madrileña.
Barcelona, 22 de marzo de 2021. El maestro Gustavo Dudamel, considerado uno de los directores más carismáticos del panorama actual, coge el timón del foso del Gran Teatre del Liceu para llevar la batuta de Otello de Verdi, que estará en cartel del 27 al 31 de marzo y del 6 al 14 de abril. Con un total de once funciones, el director venezolano dirigirá su primer título escénico en España y el Teatre, tras ofrecer en octubre dos funciones de Il Trovatore en versión de concierto.
La producción de la obra tiene el sello de la Bayerische Staatsoper, con la dirección de escena de Amélie Niermeyer que busca el equilibrio entre la belleza musical, la fuerza dramática y la profundidad de los personajes con una estética elegante. La producción de Otello se vio obligada a cambiar debido a las limitaciones actuales en los transportes europeos, que imposibilitaron la llegada del montaje previsto con la Royal Opera House desde Londres. A pesar de las dificultades generadas por la pandemia, el Teatre refuerza su compromiso para ofrecer una programación de calidad presentando una propuesta que cuenta con un equipo artístico único y excepcional en el panorama actual internacional. En un momento en que la mayoría de teatros a nivel mundial se han visto obligados a cerrar, el Liceu vuelve a poner de manifiesto que la cultura es segura, aplicando medidas que garantizan la correcta ejecución de las restricciones decretadas por las autoridades, así como el protocolo desarrollado por el propio Teatre validado por Procicat.
Otello requiere un alto nivel vocal para interpretar una partitura exigente, que tomará vida con un elenco de lujo que encabezan los tenores Gregory Kunde y Jorge de León, dos Otellos de largo recorrido, equipados con una voz firme y segura; ambos conocen los secretos del personaje y saben extraer el máximo partido. El doble reparto para el papel crucial de Jago recae en el barítono malagueño Carlos Álvarez, que volverá a interpretar uno de sus roles predilectos, así como el veterano Željko Lucic, especialista en malignas verdianos. Desdemona será representada por dos sopranos de registro diferente, l’spinto búlgara Krassimira Stoyanova -una experta de larga trayectoria con una gran fortaleza- y la lírica dramática Eleonora Buratto, cantante de un timbre delicado que brillará en los pasajes más líricos.
Las celebradas frases de introducción del heroico Otello, en una de las entradas más grandes de la historia de la ópera, seguidas de un plan perfecto lleno de mentiras y estrategias, conducen a la desintegración de un personaje obsesivo y celoso, así como un final trágico para Desdemona. Jago, en su estrategia, intuye esta debilidad en Otello y urde un plan perverso. Cuando Verdi se sumergió en la escritura de la ópera, el compositor italiano se llegó a plantear que el título de la ópera fuera Jago porque es en este malvado en quien recae la mayor parte del peso dramático de la ópera.
Pero la producción original de la Bayerische Staatsoper, que ahora presenta en el Liceu, plantea un enfoque diferente en cuanto al protagonismo de cada uno de los personajes principales del triángulo formado por Otello, Desdemona y Jago. Pocas veces se presta atención a la víctima, Desdemona, que es en quien pone el foco la directora escénica, Amélie Niermeyer. De hecho, los cuatro actos de la ópera transcurren al entorno cerrado y opresivo de su cámara, incluso en la famosa llegada de Otello -¡Esultate! El principio del primer cuadro no ocurre ante el pueblo de Venecia, en salvarse de la tormenta en la que casi naufraga su nave, sino abriendo las puertas de par en par ante la amada, justo en el mismo palacio donde se ha manifestado su amor.
Desdemona va vestida de blanco y siempre le rodea la luz -con un efecto casi divino, balsámico; es una metáfora del bien; sólo lleva piezas oscuras cuando se cruza con Jago-, pero cuando desaparece de escena, la sala y el dormitorio se muestran siempre entre sombras. Esta oscuridad revela el conflicto central, expresado entre la certeza y la duda, entre la convicción de Desdemona que su relación amorosa tiene futuro y el tormento de los celos que reseca Otello. Y a pesar de que la producción aprovecha unos interesantes efectos especiales y un velo onírico -a veces la acción se separa en dos planos, uno de iluminado y otro de oscuro-, esencialmente todo queda reducido a un drama psicológico intenso.
Otello será uno de los retos para la Orquesta Sinfónica y el Coro del Liceu, que para esta ocasión contará con la dirección de Gustavo Dudamel, que recientemente ha sido galardonado con su tercer Grammy en la 63a entrega de los premios Grammy a la Mejor Interpretación Orquestal al frente de la Filarmónica de Los Ángeles por el álbum Charles Ives: Complete Symphonies. Gustavo ha dirigido cinco producciones escenificadas en el Teatro alla Scala de Milán, trece óperas en Los Ángeles, actuó en la Metropolitan Opera House de Nueva York (MET), en la Wiener Staatsoper y en la Staatsoper de Berlín con un repertorio que va desde Così fan tutte hasta Carmen, de Otello a Tannhäuser, y de West Side Story a nuevas óperas de compositores como John Adams y Oliver Knussen. El maestro desgranará los secretos de esta partitura verdiana fascinante: una auténtica celebración musical en la que se pondrá en acción la contundencia orquestal.
Sin duda, uno de los momentos musicales claves es la presentación de Otello en el primer acto, una de las pruebas más difíciles para cualquier tenor con versos de altísimos agudos. En este mismo acto, Otello y Desdemona entonan Già nella notte densa s’estingue ogni clamor, donde sellan su compromiso amoroso. El dúo es de una belleza sublime, cerca de diez minutos de éxtasis lírico en la tradición del bel canto. Otro de los puntos álgidos es cuando Jago y Otello interpretan Era la notte, Cassio dormia, un diálogo de intensidad dramática que desemboca en un final explosivo en el segundo acto. En el cuarto acto, Desdemona coge el protagonismo con Salce, salce y Ave Maria, ofreciendo un número refinado y exigente, en una de las grandes melodías escritas para soprano dramática.
Otello es un drama lirico en cuatro actos con música de Giuseppe Verdi y libreto de Arrigo Boito. Se estrenó por primera vez en 1887 en el Teatro alla Scala de Milán. En Barcelona, llegó el 19 de febrero de 1890 en el Gran Teatre del Liceu, y desde entonces se ha representado 155 veces. La última función que se hizo en el Teatre fue durante la temporada 2015/2016.
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