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Experiencia y sutileza para una ópera rica en ambigüedades

Pélléas et Mélisande es una obra que permite muchas lecturas, muchos puntos de vista, y es ahí donde recae su encanto, pero también su dificultad: Claude Debussy, fiel a su estilo impresionista, plagó la partitura de ambigüedades –tantas como hay en el texto del drama de Maeterlinck–, y eso ha llevado, históricamente, a que no haya una manera «correcta» de tocar la partitura orquestal ni de cantarla. En su momento, el propio Debussy ordenaba a los cantantes de las primeras funciones que abandonaran los tics wagnerianos, que renunciaran a subir el volumen en ciertas notas, pero nunca dejó claro cómo se tenía que materializar su música. Ello conlleva que una buena representación de Pelléas et Mélisande haya tenido que pasar previamente por un exigente estudio, línea a línea, y nota a nota, de la partitura y del libreto, y mejor será el resultado cuanta más experiencia acumulada se halle en el foso y sobre las tablas.

En ese aspecto, las siete funciones programadas en el Liceu cumplen con todas las garantías: será Josep Pons, el director musical del Teatre, quien se encargue de dirigir la orquesta, a la que en las últimas temporadas ha entrenado intensamente en el repertorio sinfónico de finales del siglo XIX para conseguir que de ella emanen modulaciones y colores que piezas como Pelléas et Mélisande requieren a toda costa. A la vez, el elenco vocal está formado por seis voces de mucha experiencia acumulada que conforman un equipo equilibrado en cada parte individual y en su conjunto. El papel central de Pelléas lo cantará Stanislas de Barberyac, un tenor francés especializado en roles mozartianos, pero que ha incorporado al héroe simbolista de Debussy a su repertorio con éxito, y cuyo trabajo ha quedado registrado en un disco de 2021 para el sello Alpha. El rol de Mélisande lo defenderá la soprano Julie Fuchs, también muy versada en Mozart, y Golaud recaerá en el prestigioso barítono inglés Simon Keenlyside, una de las grandes voces del siglo XXI. Los tres papeles secundarios –Geneviève, el rey Arkel y el médico– los cantarán, igualmente, tres voces de primera: la mezzo Sarah Connolly y los bajos Franz-Josef Selig y Stefano Palatchi, respectivamente.