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Acto I, Leporello

«Madamina, il catalogo è questo»

En la famosa aria del catálogo, Leporello detalla a Donna Elvira todas las conquistas de su amo: miles y miles de mujeres seducidas por toda Europa, meticulosamente anotadas sin distinción de rango social, aspecto o edad. Se trata de un número humorístico de orquestación frenética y alta dificultad para el cantante, que debe emplearse a fondo para transmitir la energía y los dobles sentidos sugeridos por el texto y la partitura.

 

Acto I, Don Giovanni, Zerlina

«Là ci darem la mano»

Don Giovanni intenta seducir a Zerlina, una joven campesina inexperta que siente una súbita e irrefrenable atracción hacia el libertino. La música se vuelve mansa y delicada, como si flotara sobre un lecho de plumas, y las líneas melódicas del diálogo de los personajes sugieren candor y lascivia, hasta culminar en un tramo final, a dos voces, que culmina con una fuerte explosión pasional.

 

Acto I, Zerlina

«Batti, batti o bel Masetto»

Avergonzada de su impulso ardoroso hacia Don Giovanni, Zerlina regresa ante su prometido, Masetto, y pide disculpas por su mal comportamiento. El texto, con un cierto aire masoquista, expone la idea del castigo físico voluntario como forma de expiar el pecado de la pasión. Es una de las melodías más líricas y sensibles de Mozart, en un aria especialmente creada para una voz de soprano ligera y joven.

 

Acto II. Donna Anna

«Crudele? Ah no, giammai mio ben!»

De entre todas las arias para soprano de la ópera, esta es la que exige el mayor rendimiento vocal y emocional de la cantante. En este fragmento, que comienza con un bello recitativo, Donna Anna le pide con una dulzura divina a su amado, Don Ottavio, un último momento de paciencia antes de retomar la normalidad de sus vidas, que no podrá darse hasta que, con la caída de Don Giovanni, ella pueda sentir vengada la muerte de su padre, el Comendador.